Por José Polanco
¿Alguna vez alguien te ha preguntado, qué quieres ser cuando seas grande? Esta es una de las preguntas más comunes en la humanidad. Por un lado, muchas personas no tienen idea de lo que quieren hacer; sin embargo, tienen muy claro lo que quieren estudiar y se esfuerzan por algún día lograr obtener el empleo que siempre soñaron. Por el otro lado, hay personas que no saben lo que quieren estudiar, pero están cien por ciento seguras de una idea con la que piensan emprender. En este contexto, ¿es mejor enfocarse en conseguir el trabajo que siempre quisiste o enfocarse en encontrar una idea innovadora y ser un emprendedor?
La respuesta es que ambas son correctas. En este artículo nos enfocaremos primero en cosas que puedes hacer para determinar si te iría mejor como emprendedor o como empleado estrella. Luego compararemos algunos de los pros y contras de tener tu propio negocio contra ser un gran empleado. Para terminar, expandiremos en la posibilidad de hacer ambas cosas al mismo tiempo.
Los años entre la culminación de la bachillerato y la finalización de la universidad son críticos, ya que pueden determinar cómo serán el resto de nuestras vidas. Según Círculo Formación, una firma especializada en consultoría al sector educativo, el “79 por ciento de los alumnos de Bachillerato no tienen claro la carrera universitaria que quiere cursar al terminar la colegio.”[1] El no estar seguro de lo que quieres hacer no es nada raro. Lo más importante es enfocarte en conocerte a ti mismo por lo que nunca esta de más buscar ayuda para determinar qué es lo que te convendría más según tu personalidad y tu forma de ser. Por ejemplo, en las universidades existen centros de asistencia para los estudiantes donde puedes tomar exámenes vocacionales que les ayudarán a descubrir en cuáles áreas son mejores.
Sabemos que con tan solo saber en qué sector te desempeñas mejor no es la respuesta a todas tus preguntas en estos tiempos de confusión. Muchas universidades también proporcionan psicólogos que te pueden ayudar a conocerte mejor y descubrir qué te convendría más según tu personalidad y tu manera de ver el mundo. Por ejemplo, luego de graduarse y convertirse en excelentes empleados, muchas personas se dan cuenta que no disfrutan ser asalariados y que preferirían tener un negocio propio donde tendrían más acceso a la toma de decisiones, las metas, los objetivos, y hasta la cultura de la empresa.
Tomar la decisión de dejar un empleo fijo no es nada fácil, ya que el riesgo que implica podría llegar a ser alto. Como empleado, generalmente las preocupaciones son menos. El nivel de conexión emocional entre el negocio y la persona no es tan fuerte como la de un propietario, y se pueden conseguir beneficios grandiosos como seguros médicos y planes de retiro, entre otros. Muchas personas tienen la mentalidad de graduarse de la universidad, hacer buenas pasantías, y construir un currículo que se vea exquisito para que grandes compañías se fijen en su talento. Si esto es lo que tienes en mente, podrías enfocarte en asistir a cuantas ferias de empleos sea posible y conocer a muchas personas con el fin de hacer conexiones que te acerquen a la compañía con la que te gustaría trabajar.
No suena como mala idea enfocarte en hacer conexiones con estas grandes compañías y prepararte al máximo para poder prestarles tus servicios y recibir buenas recompensas por hacer lo que te guste. Sin embargo, como mencionamos anteriormente, para algunas personas ser un empleado no funciona. No se pueden imaginar en otra posición que no sea de liderazgo total, y no aceptan la idea de que están invirtiendo todo su tiempo y habilidades para el beneficio de otra persona.
Según la Oficina del Censo de los E.E.U.U., casi una de cada 12 empresas cierra cada año.[2] Al leer estadísticas como estas, podrías sentir temor de dejar tu salario y perseguir tu sueño de ser un gran emprendedor. Aunque el camino no sea nada fácil, a veces estos riesgos son necesarios para que podamos ser feliz. Una de las virtudes que debe tener un emprendedor es el valor y la determinación de lograr alcanzar sus metas. Según el Dr. Paul van Putten, si tienes una idea innovadora no hay una mejor edad para empezar; hay que hacerlo lo antes posible.[3] Mientras más joven estés cuando tomas estos riesgos, más tiempo tendrás para superar los obstáculos que se presenten en el camino.
Siempre es difícil comenzar un negocio, pero si tu idea es única y le dedicas el tiempo necesario, lograrás grandes recompensas. Podrías ser tu propio jefe y tendrías mucho más acceso a la toma de decisiones. A la hora de sacar los beneficios de tu propio negocio seguramente lograrás hacer más dinero de lo que jamás te imaginaste poder hacer como empleado, y tu descendencia futura podría tomar el mando de tu negocio y seguir haciéndolo crecer por más generaciones.
Ha quedado claro que no es negativo conseguir el trabajo con que siempre sonaste, ni tampoco enfocarte en hacer que tu propio negocio sea exitoso. Sin embargo, ¿alguna vez has pensado si sería posible hacer ambas cosas? Vivimos en una época donde ser dueño de un negocio es más posible que nunca. Cada año el número de personas que deciden comenzar un negocio y al mismo tiempo mantener sus empleos fijos aumenta. Muchos están viendo los frutos de tomar estrategias como estas ya que experimentan con sus ideas emprendedoras y al mismo tiempo siguen teniendo la seguridad de sus salarios y muchos de los beneficios de ser un empleado estrella.
Si hacer ambas cosas a la vez es algo que te llama la atención, debes asegurarte de tener un buen horario para lograr ser un trabajador activo tanto para la compañía por la cual trabajas como para tu propio negocio. Seguramente las razones por las cuales conseguiste tu empleo fueron tus experiencias, cualidades, y habilidades. Sabes cuales son las cosas en las que destacas. Asegúrate de formar un equipo con personas que tengan una visión parecida a la tuya a la hora de comenzar tu negocio. Esto ayudará a que la carga de trabajo se distribuya entre todos equitativamente. Encuentra personas que se complementen contigo y con tu negocio. Cuando creas un buen equipo sentirás más tranquilidad mientras trabajas en tu empleo de tiempo completo y te sentirás más significante cuando trabajas en tu propio negocio.
En conclusión, gracias a la época en que vivimos tenemos la libertad de escoger lo que queremos hacer con nuestras vidas. Si decides ser un empleado estrella, propietario de un negocio, o hacer ambas cosas al mismo tiempo, te invitamos a ser el mejor en lo que haces y a recordar que nunca es demasiado tarde para seguir aprendiendo y desarrollándote como persona. No hay un solo camino al triunfo y no hay una sola meta. Todos podemos lograr lo que queramos; nuestro deber es usar las herramientas necesarias para conocernos a nosotros mismos y descubrir nuestras habilidades. Saber nuestro tipo de personalidad y tener una perspectiva clara de cómo decidiremos ver el mundo serán puntos claves para determinar cuál de todos los caminos al éxito sea el más conveniente para cada uno de nosotros.
Notes
[1] “El 79% de los estudiantes de Bachillerato no tienen claro la carrera que quieren cursar,” 20 Minutos, mayo de 2016, 20minutos.es.
[2] “Business Operation or Reason Ceased,” Characteristics of Businesses: 2016 Table, 6 de septiembre 2016, ASE Tables, United States Census Bureau, https://www.census.gov/programs-surveys/ase/data/tables.html.
[3] Paul van Putten, Start Your Business While in College (Morrisville, NC: Lulu.com, 2010).